Hoy vengo a relataros la historia de cómo dejé de morderme las uñas. Sé que hay muchas chicas (y chicos) que se las muerden, ¡y yo tengo la solución! (basada en la experiencia propia).
Veréis, yo me mordía muuuuucho las uñas. No sé cómo empecé a hacerlo, pero lo hice. No era por estrés, ansiedad, ni nada de eso. Simplemente un día (a los 4 años) empecé, y así hasta que mis uñas apenas medían 4 mm. Mi madre sólo me reñía cuando yo me mordía las uñas, pero no hacía nada para evitarlo. Me llegó a dar mucha vergüenza cuando yo veía a las demás chicas con sus uñas largas y bonitas y yo tenía unos muñones. A veces me autoengañaba y les decía a mis amigas que no me gustaban las uñas pintadas y que nunca me las pintaría.

Yo seguí pintándomelas a escondidas para que nadie sospechara, pero a los 11 años decidí que tenía que hacer algo contra ellas. Paba días sin mordérmelas, pero en seguida se me olvidaba y me las volvía a morder. Me compraba uñas postizas de plástico (de esas que tienen pegamento), pero siempre se me acababan cayendo. Eso a primera vista era malo, pero más tarde me ayudó a comprender que mis dedos eran inmunes a las alergias, al no reaccionar negativamente a ese roñoso pegamento.
Un verano (a los 14 años) pasé exactamente un mes sin mordérmelas, pero el cambio había sido imperceptible y, como yo soy la persona menos paciente del mundo, volví a recaer. Y también volví a ponerme otra vez las uñas postizas con el roñoso pegamento mencionado anteriormente.
Pero fue ese mismo verano, después de volver de mis vacaciones, cuando todo cambió. Mi madre ya estaba harta de gastarse entre 9 y 6 euros en unas uñas que se me acabarían cayendo, así que me dijo "Oye, ¿por qué no te pones uñas de gel en vez de esas? Las de gel duran más y te crecerán igual las uñas"
En la primera tienda a la que entramos, nos atendió una chica, y nos dijo que tenía la base muy pequeña, y que los tips (los moldes de las uñas) se iban a caer. Nos fuimos desilusionadas de la tienda, pero pronto llegamos a una que estaba oculta en unas galerías. Allí me dijeron que sí, que no había problema, porque podían echarme el gel directamente en la uña. Después de una hora y media, ¡ya tenía mis uñas puestas! Duré tres semanas con ellas, pero había que limarlas. Así se me cayeron dos de cada mano naturalmente, y el resto me las quité yo (cuando consideré que ya no me hacían falta) de forma totalmente indolora. Me eché endurecedor, las arreglé, les quité las cutículas y aprendí algunos trucos por internet. He tardado 14 años en dejar de mordérmelas pero en un mes lo he conseguido gracias a unas uñas de gel y a un endurecedor.
Bueno sólo quería contar mi experiencia, por si os sirve de ejemplo. Yo me despido y hasta la próxima ^.^
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